El martes 5 de noviembre, se llevó a cabo la inauguración del nuevo pabellón femenino en la Unidad N° 20 de Salto, una obra que representa un avance significativo en la infraestructura penitenciaria del país. El nuevo pabellón, construido con la participación de alrededor de 50 personas privadas de libertad, tiene capacidad para alojar a 60 internas y 20 niños, y está diseñado con un enfoque de género para mejorar las condiciones de alojamiento y rehabilitación de las mujeres privadas de libertad, incluyendo aquellas que se encuentran con hijos pequeños.

En la ceremonia estuvieron presentes importantes autoridades, como el ministro del Interior, Nicolás Martinelli, el subsecretario del Interior, Pablo Abdala, el subdirector de la Policía Nacional, Jhonny Diego, el director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Luis Mendoza, y el jefe de policía de Salto, Carlos Ayuto, entre otras personalidades del ámbito gubernamental.

El subsecretario del Interior, Pablo Abdala, destacó la relevancia del proyecto, señalando que la participación activa de los internos en la construcción de este pabellón representa una clara señal de su proceso de rehabilitación. «No solo contribuyeron, sino que fueron decisivos para que esta obra fuera posible», afirmó Abdala, resaltando el impacto positivo que esta iniciativa tendrá en el proceso de reinserción social de los privados de libertad.

Por su parte, Luis Mendoza, director del INR, recordó el estado precario de los espacios destinados a las mujeres en el sistema penitenciario y destacó el proceso de transformación iniciado en 2020, que ha permitido la apertura de nuevas cárceles femeninas y la creación de unidades con perspectiva de género en todo el país. Mendoza subrayó que esta obra no solo mejora las condiciones de alojamiento, sino que también ofrece una valiosa oportunidad de formación en habilidades laborales, gracias a la capacitación en construcción recibida por los internos a través de INEFOP.

La inauguración del pabellón femenino en Salto es un paso importante hacia una reforma en el sistema penitenciario, buscando no solo mejorar la infraestructura, sino también promover la rehabilitación efectiva y el respeto por los derechos humanos, con un enfoque integral que facilita la reinserción social de las personas privadas de libertad.